martes, 29 de diciembre de 2015

PAPÁ NOEL, FIGURA DE LA GLOBALIZACIÓN MERCANTIL Y DEL CONSUMISMO

Por Florent Marcellesi aquídecrecimientoecología política 25 de diciembre de 2010
Cuando San Nicolás nació, vivió y murió en el siglo IV DC en Myre —una región ubicada en la Turquía actual—, no pensaba que su historia iba a convertirle en la estrella de la globalización y del consumismo, reflejando a escala mundial las migraciones humanas y la mercantilización de los símbolos populares.
Vinculado desde el principio al mundo empresarial, el cuerpo del difunto obispo de Asia menor llegó a Europa occidental en el siglo XI mediante unos comerciantes italianos interesados en un negocio bastante frecuente en aquella época: el las de reliquias. Su culto empezó a expandirse sobre todo en los países germánicos donde llegó incluso a sustituir, en algunas partes, al dios Odín que ya se desplazaba en los aires con su caballo. En esta época bendita, San Nicolás tenía principalmente la forma de un obispo que distribuía regalos a los niños buenos el 6 de diciembre y que, según las tradiciones, regañaba, se llevaba en su saco o se comía a las y los niños malos.
Víctima de la reforma protestante del siglo XVI, el culto de San Nicolás quedó reducido, principalmente, a los Países Bajos donde lo llamaban Sintaklaas. De allí, como muchos holandeses en busca de un futuro mejor, emigró a Nueva-Amsterdam que, después de su conquista por los ingleses, no tardó en llamarse Nueva-York. En 1822, ya consumada la independencia de Estados-Unidos, el reverendo americano Moore escribió un poema para sus hijos en el cual hablaba de un duende llamado “Sant Nick”. Procedía de Europa del Norte, era de gran generosidad —al igual que San Nicolás—, tenía una larga barba blanca —por su sabiduría y experiencia—, vestía una prenda roja —color episcopal— y se desplazaba de techo en techo durante la Nochebuena. En 1863, inspirado en el poema de Moore, Thomas Nast dibujó el “Santa Claus” —nombre americanizado de Sintklaas— para la revista “Harper’s illustrated weekly”. Santa Claus aún tenía un tamaño muy pequeño que le permitía pasar por las chimeneas.
De vuelta al viejo continente, el duende-obispo viajador pactó con las grandes tiendas inglesas del siglo XIX que, más interesadas en vender una mayor cantidad de juguetes que en difundir la poesía de Moore y los dibujos de Nast, jugaron un papel fundamental en su mercantilización. Sin embargo, este auge del capitalismo navideño culminó en 1931 con una famosa campaña de publicidad de Coca-Cola que duró hasta 1964 y fijó el aspecto que conocemos hoy de Santa Claus/Papá Noel. La compañía de refrescos, mediante el dibujador Haddon Sunblom, dio al héroe de los tiempos modernos su cara mofletuda y sonriente y una talla humana —¡no me preguntéis cómo pasa por las chimeneas ahora!—.
Molestado por tanta herejía, el obispo francés de Dijon quemó una efigie de Papá Noël frente a su catedral, lo cual intrigó al antropólogo Claude Lévi Strauss quién confirmó en “El suplicio de Papá Noel” que “Navidad es esencialmente una fiesta moderna”: transforma una herencia pagana del culto al sol en una adoración a una neo-divinidad, Santa Claus.
Asimismo esta neo-divinidad es ante todo un gran éxito comercial del “dios-arrollismo” que, tras recorrer el mundo, se ha instalado como una figura de la globalización y de la hegemonía consumista. Por ejemplo en 2009, a pesar de la crisis, el gasto navideño entre regalos, alimentos y viajes fue de 700 euros por hogar europeo. En 2012, el gasto real fue de 659 euros por unidad familiar en España, mientras que en 2013 se espera suba hasta 671 euros por familia. En este contexto, las navidades son básicamente la ocasión de desatar una furia despilfarradora apoyada en campañas de publicidad agresivas, el monocultivo de los árboles de navidad y la reproducción de estereotipos sexistas entre niños y niñas.
Sin embargo, más que nunca en estas fiestas de fin de año, tendríamos que recordar tanto que “debemos vivir con sencillez, para que los otros puedan sencillamente vivir” (Ghandi) y que el “verdadero producto del proceso económico (…) es el placer de la vida” (Georgescu-Roegen).
Notas:1. ¿Quieres unas alter-navidades? Entra y descubre la campaña de Jóvenes Verdes“El Otro Regalo”.
2. Si a pesar de todo sigues interesado/a en escribir a este extraño personaje globalizado, hoy existen en el mercado tres direcciones oficiales de Papá Noel en el mundo (Finlandia, Suecia y Alaska) y un centro de correos especial basado en Libourne, al lado de Burdeos en Francia.
Artículo relacionado: Papánoelizando, en mi sección “Reflexiones de un padre ecologista” del blog Bebés y especies.

viernes, 18 de diciembre de 2015

martes, 15 de diciembre de 2015

Este álbum (Rafa Berrio)

Entzun kanta puska hau hemen (Aitor eta @FEtxegoien-en bidez, bart Kafe Antzokiaren 20.ean)
Mamá en la playa, creo que es Gros.
Aquí en esta están juntos los dos.
Papá en bermudas, mamá a su lado, sonriendo en bañador.

La moto Guzzi, esta es en Irún.
Papá orgulloso, qué joven aún,
los tres hermanos con trajes nuevos, en el medio tú.

Aquí en la cena de Navidad.
Mámá qué guapa, qué preciosa está.
La abuela Paula un poco aparte. Aquí ya estaba mal.

Más Navidades, esta es en París.
La tía Sátur parece una miss.
El pobre Cristian, quién lo esperaba, qué alegre está aquí.

Cierra este álbum, no lo quiero ver.
Qué sentido tiene, qué razón de ser.
Ya qué importa quienes fuimos, todo esto para qué.
Escondelo y no vuelvas nunca más a abrir este álbum
Escóndelo y no vuelvas ni a tocar este álbum... este álbum.

Mámá y la tía, la torre Eiffel.
La niña en brazos de un Papá Noel.
La sobremesa de los mayores, los niños de Rubén.

La boda de Angel, la iglesia, el restaurant.
Papá bailando hecho un Don Juan.
Semana Santa, aquí en la nieve: Eráis todo un clan.

Aquí estáis todos de celebración
Tu hermana haciendo la primera Comunión.
Rosario y Blanqui, tu prima Blanqui, tu más temprano amor.

Cierra este álbum..

credits

from 1971, released February 27, 2010


Navidad / No(ci)vidad :)



Askatasuna eta ardura, oin bien legea bete :)!
Neguburun ere bizi!

@Eleder_BuM